
¿Te has parado a pensar alguna vez de dónde vienen las cosas que compras?
Desde que alguien cultiva o fabrica algo hasta que el producto llega a tus manos hay un proceso largo y laborioso en el que intervienen muchas personas.
En tu mano está conocer este proceso y decidir como consumidor las condiciones en las que quieres que se produzcan los productos que consumes. Tienes a tu alcance una gran herramienta para ayudar a combatir la gran desigualdad existente entre lo que paga un consumidor y lo que reciben los productores por su trabajo.
¿Qué es el comercio justo?
Tal y como indica la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, se define el comercio justo como: “un sistema comercial solidario y alternativo al convencional que persigue el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza”.
El Comercio Justo contribuye a un desarrollo sostenible aportando unas mejores condiciones comerciales a la vez que asegura los derechos de todas las personas que han participado en el proceso de producción. Esto lo hace a través de un mercado protegido por unos precios mínimos que permitan a los productores y trabajadores vivir dignamente.
Actualmente, en la red de Comercio Justo mundial existen más de 2000 organizaciones productoras situadas en África, Asia y América Latina que reúnen a más de 2 millones de personas.
¿Cuál es el camino que siguen los productos de Comercio Justo?
Productores
La mayoría de los productores se encuentran en las zonas más empobrecidas de América Latina, África y Asia. Se trata de grupos de población que, por razones económicas, sociopolíticas, geográficas, falta de experiencia o de recursos, no tienen acceso al mercado o, en caso de tenerlo, no obtienen un precio suficiente.
Los artículos son fabricados por organizaciones productoras de zonas más desfavorecidas. Estas organizaciones productoras desarrollan su trabajo según criterios de Comercio Justo.
Distribuidores
Las empresas importadoras compran los artículos a las organizaciones productoras y los ponen a disposición de las tiendas. El precio de los productos es fijado entre las organizaciones productoras y las distribuidoras, pero siempre siguiendo los principios de Comercio Justo.
Vendedores
Las tiendas cuando reciben los productos de Comercio Justo los venden directamente al consumidor final. Todas las tiendas que venden estos productos tienen la obligación de indicar la procedencia de cada uno de ellos.
Los productos de Comercio Justo no solo se venden en tiendas que formen parte de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, sino que también se pueden encontrar en comercios convencionales.
Consumidores
Los consumidores de productos de Comercio Justo optan por un modelo global, ecológico e igualitario, donde no solamente se tienen en cuenta valores económicos, sino también los sociales y ecológicos.

¿Qué es el precio justo?
En el Comercio Justo, además de los criterios económicos, se tienen en cuenta valores éticos que abarcan aspectos laborales, sociales y ambientales, mostrando que otro comercio es posible.
Una de las principales premisas del Comercio Justo es el pago de un precio justo, es decir, aquel que cubre todos los costes de producción y permite a los productores tener una vida digna y reservar un margen para fines sociales como la escuela, la salud o la vivienda, mediante la llamada prima social.
Principios del Comercio Justo
- Creación de oportunidades para productores con desventajas económicas. Apoyo a pequeños productores, asociaciones o cooperativas, para que puedan tener autosuficiencia económica.
- Transparencia y responsabilidad. Se asegura que la información pertinente sea comunicada de forma clara.
- Prácticas comerciales justas. No se antepone la maximización de beneficios al bienestar social. Se asegura que se cumplan los contratos y se facilita un prepago del 50% a los productores. Relaciones a largo plazo con los trabajadores para garantizar su estabilidad y se evita la competencia desleal. Fomento de productos tradicionales y artesanales.
- Pago de un precio justo socialmente aceptable.
- Ausencia de trabajo infantil y forzoso. Asegurar la educación y ocio que los niños necesitan.
- Compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de asociación. La organización no discrimina por razones de raza, clase social, nacionalidad, religión, discapacidad, género, orientación sexual, membresía sindical, afiliación política o edad. La organización cuenta con una política clara y un plan para promover la igualdad de género.
- Garantizar buenas condiciones de trabajo. Ofrecer un ambiente de trabajo sano y seguro a sus trabajadores.
- Desarrollo de capacidades. Mejorar sus habilidades de gestión, capacidades de producción y el acceso a los mercados de Comercio Justo.
- Promoción de comercio justo. Difusión y sensibilización dentro de su capacidad, utilizando técnicas de publicidad honestas.
- Respeto por el medio ambiente. Utilización de materias primas de la región de elaboración, apoyando la producción local, empleando energía renovable y materiales reciclados para los embalajes, en definitiva, procurando tener el menor impacto posible en el medio ambiente.

¿Cómo puedo saber si un producto es de Comercio Justo?
Los productos de Comercio Justo no sólo se venden en tiendas específicas, sino que también se pueden encontrar en los diferentes tiendas, supermercados y online, por ello, se han creado diferentes sellos identificativos que confirman la procedencia de los productos. Los principales logos mayormente aceptados que identifian los productos de Comercio Justo son:

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